“Este globo es de los que más me gustan, por su simplicidad cromática.
A menudo a los espectadores se les deja despistados ver el polo Sur y el polo Norte pasando ante sus ojos, de hecho, es entre los globos de eje descentrado que presento en mi colección personal.
Su eje de rotación se inicia entre Libia, Italia y Grecia, cuna de la civilización mediterránea, y salta más allá de las antípodas.
Con tal voluntaria incoherencia, el globo toma un aspecto lúdico y más se parece a los globos hinchable que sirven de pelota de playa.
Lo bueno con tales objetos, me parece, es que no vienen atados a ningún soporte, así que se puede verlos con más facilidad, al contrario de los globos terráqueos tradicionales.”
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